La campaña fue lanzada en 1969 por los cigarrillos Tipalet. El mensaje es sencillamente ridículo: “Soplale en la cara y ella te seguirá a cualquier lugar”.
“Es nuevo. Diferente. Delicioso en gusto y aroma. Un soplo hacia ella y te seguirá a cualquier lado. ¡Sí! Usted obtiene satisfacción por fumar sin inhalar el humo”, rezaba la publicidad con la que Tipalet buscaba diferenciar sus cigarrillos saborizados de los tradicionales. Naturalmente, cualquier mujer se ofendería, por más que el humo tenga gusto a cereza o arándano, como en este caso.
La campaña cosifica a la mujer y reproduce un estereotipo misógino en el que la mujer no tiene ningún valor. Su naturaleza es seguir al hombre que le sople la cara.
En el anuncio de Tipalet -de la empresa Muriel, propiedad de la tabacalera Lorillard- además hay una buena cuota de violencia implícita en el juego de palabras: “blow” no sólo significa “soplar”, sino también “puñetazo”. O sea, “dale una piña y te seguirá”.
El mensaje, en pocas palabras, es que el hombre fumador es más seductor, pese que es más propenso a tener acné y canas y a quedarse pelado, su piel envejece más rápido, sus dientes y dedos se ponen amarillos con el tiempo, suelen tener aliento y olor a tabaco en la ropa y el cabello, fumar aumenta las ojeras, la sudoración y la mucosidad, y la tos se puede tornar desagradable.
Otro obstáculo para el fumador puede ser su sexualidad. Decenas de estudios han probado que el riesgo de sufrir impotencia aumenta hasta un 50% entre los fumadores de entre 30 y 40 años. También reduce la cantidad y calidad de semen.
El tabaco a su vez influye sobre las erecciones: por un lado, una persona que consume un paquete al día tiene prácticamente todo el tiempo sus arterias contraídas; por otro, merma el flujo sanguíneo.
Las encuestas también rebaten el concepto de la campaña de Tipalet y muestran que el cigarrillo es un problema para las parejas, sobre todo cuando uno fuma y el otro no.
Un reciente sondeo del laboratorio Pfizer a más de mil usuarios de la red social Match.com arrojó que el 57% de los solteros no saldría con un fumador y que el 78% de las personas no soporta besar a su pareja si tiene olor a cigarrillo.
A los solteros también se le preguntó por las actitudes que no aceptan en una primera cita. El 51% contestó “salir a fumar”, superando a “revisar el teléfono” (45%) o “llegar tarde” (40%).
En otra encuesta de Ipsos MORI realizada en 16 países europeos y publicada en abril de 2012 “el 25% de los encuestados confesó haber roto una relación sentimental por no querer abandonar el tabaco”.
En sintonía, un tercer estudio divulgado a comienzos de 2011 por otra red social, Parship.es, concluyó que el 50% de las mujeres y el 30% de los hombres rechazarían a un fumador como pareja. Y si empieza a fumar una vez establecida la relación, el 23% daría un ultimátum del tipo “el tabaco o yo”.
Fuente: Blog Maldita Nicotina de Juan Parrilla. http://blogs.infobae.com/maldita-nicotina/
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