sábado, 2 de abril de 2011

Sociedades Científicas de Neumología de Latinoamérica, Portugal y el Sur de España demandan mayor presión legislativa para que las tabaqueras informen



Sociedades Científicas de Neumología de Latinoamérica, Portugal y el Sur de España demandan mayor presión legislativa para que las tabaqueras informen
Los más de doscientos especialistas españoles, portugueses y latinoamericanos reunidos en la Línea de la Concepción (Cádiz) en el marco del XXXVII Congreso NEUMOSUR, han pedido mayor presión legislativa para que las tabaqueras informen de la composición exacta de los cigarrillos, y particularmente de las sustancias añadidas de forma artificial para modificar sus propiedades, sustancias que hoy están protegidas como secreto industrial, a pesar de los descubrimientos realizados hasta la fecha que han permitido conocer que hoy los cigarrillos tienen ya más de “droga de diseño” que de tabaco. Las sociedades científicas latinoamericana (ALAT), portuguesa (SPP) y del sur de España (NEUMOSUR), lamentan que tanto en países desarrollados como en otros en vías de desarrollo aún no exista un control legislativo efectivo de una sustancia que causa la muerte a más de la mitad de los que la consumen en sus dosis habituales y consideran absolutamente necesario que todo el proceso de fabricación de los cigarrillos, incluida la fase final conocida como “salseado”, y en la que se matizan las propiedades aromáticas y gustativas, sea completamente transparente para el público y para las autoridades sanitarias.

Todas las investigaciones realizadas desde 1965 hasta hoy son concluyentes sobre la inclusión de aditivos para aumentar el grado de absorción de la nicotina, y por tanto, de adicción tabáquica, así como sobre la presencia de sustancias radioactivas como el Polonio (Po), cuya radiación ejerce un importante efecto sinérgico con otros carcinógenos químicos del tabaco, llegando a incrementar desde 8,3 a 25 veces el riesgo de presentar cáncer de pulmón a lo largo de la vida, en relación con el no fumador. Un estudio reciente realizado en Estados Unidos(1), ha confirmado y ampliado estos datos, aportando la conclusión de que la dosis radiactiva recibida por la población fumadora es 36 veces superior a la suma de la recibida por los trabajadores de todas las centrales nucleares de Estados Unidos y a los de todas las instalaciones militares que utilizan energía nuclear.

Es conocido igualmente cómo las compañías de tabaco han añadido compuestos químicos derivados del amoniaco de forma artificial para aumentar el Ph y, por tanto, incrementar la absorción de la nicotina presente en los cigarrillos, lo que aumenta el grado de adicción. Dos informes internos de la compañía de tabaco Brown & Williamsom (B&W) desvelaron estas circunstancias. Estos dos informes se publicaron en octubre del año 2005 por el Wall Street Journal. El primero de los informes, del año 1991, es un manual sobre la fabricación del tabaco que trata, sobre todo, de la química del amoniaco. El segundo, hace un análisis competitivo sobre la marca más conocida de Philip Morris (Malboro), estudiándose toda la tecnología del amoniaco utilizado para esta marca. Finalmente en este informe se concluye que "el amoniaco es la clave de la tecnología de Malboro". Como es conocido, esta cuestión (añadir amoniaco de forma artificial para incrementar la adicción a la nicotina), fue la base de la denuncia presentada por la Junta de Andalucía a las tabaqueras en relación con los gastos sanitarios que provoca el tabaquismo.
Todos estos datos, pocos conocidos por la población en general, e incluso por los profesionales sanitarios, hacen sospechar hasta qué punto puede estar manipulado este producto de consumo adictivo y ponen de manifiesto la importancia enorme de que la legislación exija a las tabaqueras hasta la última línea de lo que aún hoy forma parte de su “secreto industrial”.
A este respecto, los neumólogos recuerdan que el Código Penal somete a penas de hasta doce años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio por tiempo de seis a diez años a “el que exponga a una o varias personas a radiaciones ionizantes que pongan en peligro su vida, integridad, salud o bienes” y penas de “prisión de uno a cuatro años, multa de seis a doce meses e inhabilitación especial para profesión, oficio, industria o comercio por tiempo de tres a seis años a quien “adulterare con aditivos u otros agentes no autorizados susceptibles de causar daños a la salud de las personas los alimentos, sustancias o bebidas destinadas al comercio alimentario”. En este sentido, invitan a una reflexión tanto a la industria del tabaco como a los propios gobiernos y administraciones que tienen que preservar la seguridad colectiva y la salud pública, para que actúen en consecuencia.

-Tabaco y pobreza
Según algunos estudios, para el año 2030 la cifra de fallecimientos causados por el tabaquismo en el mundo entero superará los 8,3 millones y la mayoría de estas muertes (70 por ciento) se producirán en países en vías de desarrollo. En Latinoamérica fuma habitualmente 1/3 de la población, siendo los países del cono sur (Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y Brasil), los más fumadores. Los resultados de la Encuesta Mundial sobre Juventud y Tabaco (GYTS) aplicados a estudiantes de 13 a 15 años, demuestran también que los países sudamericanos tienen actualmente el consumo más elevado de cigarrillos en adolescentes. Al mismo tiempo, el tabaco es, en opinión de los neumólogos latinoamericanos, un factor que lastra el desarrollo de estos países, muy al contrario de lo que sostiene la industria tabaquera. Es, en el fondo, un círculo vicioso: los pobres tienen más probabilidad de fumar que los ricos y las familias pobres gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en tabaco. Según la propia OMS, “juntos, tabaco y pobreza conforman un círculo vicioso del que a veces es difícil escapar”.

Además de pedir las tabaqueras informen de la composición exacta de sus cigarrillos, los neumólogos reunidos en el Congreso NEUMOSUR consideran fundamental incrementar el precio del tabaco (en Argentina, por ejemplo, una cajetilla cuesta algo más de 1,2 euros) y avanzar legislaciones que prohíban fumar en espacios públicos (en aquellos países donde aún no existan), prohibición completa de publicidad y financiación de los tratamientos a fumadores dependientes.

*Pie de foto
Participantes en el I Simposium Alat-SSP-Neumosur (de izquierda a derecha):
Lourdes Barradas, coordinadora de la Comisión de Tabaquismo de la Sociedad Portuguesa de Neumología Daniel Buljubasich, Presidente de la Sociedad Argentina de Tabacología; Cristina Bárbara, presidenta de la Comisión de Tabaquismo de la Sociedad Portuguesa de Neumología; Francisca Lourdes Márquez, Servicio de Neumología. Hospital Infanta Cristina. Badajoz; Victorina López, Presidenta de la Sociedad Latinoamericana del Tórax; Francisco Casas, Presidente de Neumosur, Pedro Romero, Coordinador del Área de Tabaquismo de Neumosur.Sociedades Científicas de Neumología de Latinoamérica, Portugal y el Sur de España demandan mayor presión legislativa para que las tabaqueras informen

Consumo de Tabaco en Mujeres

El tabaquismo es el mayor problema de salud pública del mundo desarrollado y una dificultad emergente para los países en desarrollo. El consumo de tabaco crece en las mujeres, con efectos importantes sobre la salud. El rol de la publicidad en el inicio del vicio 
Cerca de 250 millones de mujeres en el mundo son fumadoras, y aunque en algunos países en desarrollo ha comenzado a retroceder, en la mayor parte del planeta la tendencia va en aumento.
Se estima que esta cifra podría duplicarse en tan sólo una generación si no se realizan políticas efectivas de prevención, advirtieron especialistas.
La tasa de hombres fumadores tiende a ser 10 veces mayor que la  tasa de mujeres fumadoras, sin embargo debido a las campañas de marketing, el consumo de tabaco entre las mujeres, especialmente las jóvenes, está aumentando rápidamente. El carácter futuro de la epidemia mundial de tabaquismo puede verse en los hábitos de las niñas de hoy que fuman tanto como los niños.
El marketing de género y de productos específicos asoció la imagen de la mujer fumadora con independencia, glamour y atractivo sexual. La publicidad busca atribuir significados simbólicos a las diferentes marcas de tabaco asociándolas a determinadas necesidades sociales y psicológicas que a las consumidoras les gustaría tener, como: imágenes de vitalidad, delgadez, sofisticación, o atractivo físico.
“La investigación alrededor de los efectos del tabaco en los fumadores dio a conocer cómo las principales enfermedades asociadas al tabaco a las cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, enfermedades respiratorias y pulmonares así como varios tipos de cáncer; sin embargo existen muchas otras consecuencias menos conocidas que afectan a las mujeres. Por ejemplo, las mujeres contraen cáncer de pulmón más rápido que los hombres debido a que toleran menos la exposición al humo del tabaco, adicionalmente los adenocarcinomas son más frecuentes entre las mujeres que en los hombres. Otras afecciones que suelen presentarse en la mujer fumadora incluyen: cáncer del cuello uterino, enfermedad ósea, infertilidad, menopausia prematura y, una mayor mortalidad en el caso de las mujeres que fuman y tienen cáncer de mama; es importante destacar que aproximadamente 1,5 millones de mujeres mueren en el mundo cada año a causa del cigarrillo”, afirmó el doctor Daniel Buljubasich, médico neumonólogo, presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT).
Además, los efectos del consumo de tabaco durante el embarazo incluyen: dificultades durante la gestación, al momento del parto y durante la lactancia; bajo peso al nacer; posibles efectos a largo plazo en el bebé; predisposición de adicción a la nicotina en los niños; y problemas respiratorios en los recién nacidos que serán de por vida.
Para Buljubasich “el impacto en la salud del tabaquismo es tal que su tratamiento efectivo requiere ser abordado por un médico que ayude al paciente en el proceso de abandonar el cigarrillo. En la actualidad, el médico cuenta con un variado espectro de terapias que contribuyen con la cesación tabáquica, como el reemplazo nicotínico (parches, chicles o tabletas orales), antidepresivos como bupropion y tratamientos farmacológicos no nicotínicos específicamente desarrollados para dejar de fumar, como la vareniclina”.
En la “Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las Enfermedades No Transmisibles”, que se realizará en septiembre en Nueva York, se espera que los gobiernos hagan un pedido mundial para extremar los controles sobre la epidemia del tabaquismo.
La cumbre incluirá el abordaje de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, y sus factores de riesgo comunes, como el consumo de tabaco y de alcohol, dietas malsanas, inactividad física y los carcinógenos ambientales.
Es imperioso frenar el avance del tabaquismo: las generaciones futuras nos demandan la toma de medidas urgentes para que puedan crecer en ambientes mucho más saludables”, finalizó Buljubasich.
Fuente: Infobae