domingo, 25 de agosto de 2013
jueves, 13 de junio de 2013
La gran estafa de los cigarrillos light
Cuando los introdujeron en el mercado, la preocupación era mantener el mínimo de nicotina y sabor indispensable para que los fumadores no lo detestaran. Light, milds, suaves, livianos, blue, medios, ultra, extra, en inglés, en español… uno a uno fueron irrumpiendo en la escena desde inicios de los `70. El nombre variaba pero el mensaje era el mismo: son cigarrillos (más) sanos.
Ya en los ‘50 y con fuerza a partir un informe crítico de la máxima autoridad de salud de EEUU, el Surgeon General, en 1964 (foto), las tabacaleras comprendieron que su esfuerzo no debía centrarse exclusivamente en buscar nuevos fumadores, sino también en retener a los que estaban preocupados por su salud.
En un documento confidencial, el ejecutivo de Philip Morris Richard Corner reconoce que la industria estaba en “estado de guerra” contra las voces que cada vez con más fuerza (¡y ciencia!) demostraban que el tabaco es adictivo y que provoca enfermedades mortales. Otro memorando interno hace hincapié en la necesidad de “tranquilizar” a los fumadores interesados en cuidar su salud.
La respuesta de la industria fueron los cigarrillos light en todas sus variantes, incluidos los mentolados. Como para el adicto dejar de fumar no es una opción, le propusieron una alternativa supuestamente segura.
Las tabacaleras forzaron el vínculo de “light” con “sano”. Ya en los años ’50 habían presentado al filtro como el descubrimiento científico que venía a poner fin a las dudas. Y triplicaron el gasto publicitario para promoverlo.
Los anuncios aludían explícitamente a la salud, como “Justo lo que el doctor ordenó” (L&M) o “El secreto está en la vida”(Life). Pero con el tiempo comprendieron el riesgo de sugerir que el tabaco causaba enfermedades mortales y afilaron el mensaje en lo que se llamó el “derby del alquitrán”, una carrera por contener las preocupaciones por la salud.
Así, por ejemplo, se presentaron los cigarrillos con bajo nivel de nicotina y alquitrán junto a lemas como “Decídete a fumar mejor” o “Soy realista, sólo fumo Facts”(foto).
La táctica publicitaria estuvo acompañada de nombres fuertes (Life, True, Fact, Vantage, Merit) y envases de color claro o blanco que daban la sensación de higiene y seguridad, además de una campaña de cabildeo para obtener opiniones de políticos y referentes sociales a favor de su consumo.
Eso sí: la mención siempre se limitó al alquitrán y la nicotina. Del resto de los ingredientes y aditivos, silencio de tumba.
Hay memorandos confidenciales que analizan el valor del factor psicológico en la comercialización de cigarrillos. La ilusión de la filtración del tabaco o su aparente inocencia fueron fundamentales para calmar los sentimientos de culpa y ansiedad de los fumadores.
Un estudio publicado en Tobacco control repasa varias de las publicidades. Sorprende una campaña de True de 1976 que directamente apunta a los que quieren abandonar el vicio. “Considerando todo lo que escuché, decidí dejar de fumar o fumar True”, reza el eslogan (foto). Es decir, equipara no fumar con el consumo de cigarrillos light.
Una investigación del Congreso de los EEUU de 1958 concluyó que había cigarrillos con filtro que despedían más alquitrán y nicotina que los comunes de sus mismas marcas. Y hubo estudios que probaron la ineficacia de la disminución de nicotina y alquitrán. Pero la publicidad calló a la ciencia. La estafa fue un éxito comercial.
Aunque los cambios de marcas no suelen ser habituales entre fumadores, las “mudanzas” hacia los cigarrillos con bajo nivel en alquitrán fueron abismales. Tanto los estudios en Cámara Gesell como las encuestas de Philip Morris de fines de los ’70 probaron que la causa fue exclusivamente la preocupación de los consumidores o sus familiares.
Incluso en la actualidad, en Argentina, según el Ministerio de Salud “los fumadores de cigarrillos ‘light’ se consideran menos adictos y hacen menos intentos para dejar de fumar que los de cigarrillos comunes”.
Nota aparte merece su uso como carnada para mujeres. “Light” es una palabra que tiene mucho peso en la sociedad occidental y que ha trascendido la barrera idiomática. Un análisis de mercado de Philip Morris probó que las mujeres son las que más compran estos productos.
Un capítulo del libro Somos la industria tabacalera analiza esa relación. Comenta una publicidad de Matineé Extra Mild en Canadá. El lema es “Sentirse extra bien, fumar extra suave”. Un documento secreto de Imperial Tobacco define el concepto que se intentó plasmar: “Aunque fumo, me gusta ser activa y cuidarme —por eso fumo un cigarrillo extra suave”. Las tabacaleras estudiaron hasta el último renglón del tema para diseñar sus estrategias de marketing.
Hasta aquí, la génesis de los cigarrillos light. La pregunta, entonces, es si son más sanos. Y la respuesta no es ni puede ser otra que “no”. El mejor pucho es el que está apagado. Las tabacaleras siempre lo supieron. Está documentado. El problema fue que las investigaciones se hicieron con máquinas y sus resultados avalaron las posturas de la industria, lo que alentó la confusión.
Pero un robot no es un hombre. Y los estudios más serios demostraron que los cigarrillos light son tan dañinos como los comunes. En el próximo post, las investigaciones científicas que lo prueban.
Fuente: #MalditaNicotina.
Es un Blog de Juan Pablo Parrilla publicado en Infobae.com
#MalditaNicotina
sábado, 1 de junio de 2013
Trabajo express
Un dia común, con sol o
lluvia….no recuerdo….me levanté desconectada del mundo exterior, solo primaba
en mi interior una especie de campana (no me refiero a pensamientos o
sentimientos, si a vísceras, músculos, huesos, etc.) Ese día supe con absoluta
certeza que “un algo” en mi sobraba o faltaba.
Me senté a tomar el mate, pelé
las mandarinas….”¡…que ácidas!” y retomé el hilo del raconto interno que había
comenzado en el baño mientras cepillaba los dientes cuando, con un impulso casi
grosero, fui a mirar mi cara en el espejo del comedor. No encontré sorpresa
alguna, canas, arrugas, cansancio…sin embargo empecé a revisarme la piel del
cuerpo; aparte de estar bastante seca no encontré otros signos que los hartos
conocidos. “…entonces es de adentro…. Veamos que siento: mucho cansancio, tos,
me duele la columna. Que me molesta más: el cansancio…¿el cansancio de que?
Llegó…como si no lo supiera”. Decidida pedír un turno con mi médica de cabecera
a la que fui y con la que conversé y la que me medicó y tras dos semanas seguía
con la mente ocupada en la gran boludez o no del “que será”.
“No hay mejor voz que la de tu
cuerpo” decía mi abuelita y mi voz era una tos que no cedía. Así comencé a
espaciar el cigarrillo y cuando de dos paquetes fumaba unos doce sin que la tos
mermara y la pierna derecha se negaba a obedecerme del dolor llamé a mi hijo y
le dije: “…buscame un neumonólogo y un traumatólogo que sean buenos”. “No ibas
a…” “No importa dónde iba, necesito especialistas nuevos y arrancar de cero,
también le pedí turno a Pablo, tengo algo hijo pero no me quiere decir donde
está”
Resumen, no es “un algo” son
varios a saber: manchas en el pulmón derecho, las lumbares soldadas y sin espacio
para la médula, divertículos y hemorroides sin olvidar el sebo acumulado bajo
el pezón en la mama derecha. Demasiado….deberé ir uno a uno y el primero será
el pulmón y ahí te quiero ver Juana porque deberé dejar de fumar. Daniel, mi
neumonólogo lo pidió sin exigir, casi con dulzura…..el comprendió que no era
tarea fácil. Tuve mucho miedo en la punción, no miedo al dolor-soy de largo
aguante- miedo a saber. Dios sabe que hago falta de este lado y me dio una
oportunidad, tonto sería no aprovecharla, tonto sería ignorarla, sin embargo el
hombre es un ser tonto y yo no rompo la regla; debió pasar un tiempo hasta que
dije “…sos el último cigarrillo” y el último fue como el primero desesperado y
lento aunque los tiempos en nada se parecían.
El primer cigarrillo me lo dio un
interno del nosocomio (estuve internada por una depresión pos parto ya
cumplidos los 30 años) tal vez harto de escucharme llorar o decir “quiero irme
a mi casa…” el último fue por decisión propia y no por inteligente…vulgarmente
diciendo ¡por cagona! Pero también por mis hijos y no por ser una carga
consciente para nadie. A Daniel le extraña que lo extrañe en determinadas
horas…si soy honesta creo que lo voy a extrañar por mucho tiempo aunque no lo
lleve en mis labios ni enrede mis sentimientos entre sus ruedas de humo. No
puedo decir y no lo hago porque van a decirme demasiadas cositas que son
difíciles de rebatir, fue un buen amigo, un amigo silencioso, un amigo amoroso
y como todo amigo tuvo un rapto de locura y me hizo daño. “Estas perdonado y
vos perdoná mi abandono”. Hoy no estoy fumando y espero no hacerlo, mas, me
prometo no hacerlo pero no me molesta verlo descansar en una mano sin que su
aroma me ronde.
Hasta comenzar con el Champix me
impuse un sistema de horarios, caminata y agua, creí ahogarme de tanta agua y
nunca abandoné los buenos modales aunque mas bien tenía deseos de tirar a todos
y todo por el balcón de casa; hasta llegué a cuestionarme, sentada frente al
espejo, que yo tenía derecho de elegir la forma de morir. Los horarios me
alejaban de mi amigo…a veces hacía trampas, las caminatas sosegaban mis nervios
a flor de piel y el agua…bueno dicen que el agua siempre es buena. Hacía
alrededor de cinco años que llegué al tope de dos paquetes por día….nada es
casualidad, todo tiene su causa y cuando el bichito está en la sangre se
enseñorea. Aceptemos la verdad, hoy me estoy desintoxicando porque me di cuenta
que soy drogadicta y me cae mal la palabra. Estoy mal, enferma y quiero estar
bien. ¡Ufa, que fácil es escribirlo!
Intensifiqué mi droga después que
murió mamá, mi hija se fue a España y mi esposo tuvo una declinación importante
en su enfermedad y dejó de ser quien era para mi. No importa que aún tengamos
sentimientos profundos de amor, ninguno de los dos lo puede respaldar. Me costó
mucho superar esta verdad, aún me cuesta y la enfermedad de René está
directamente asociada con la drogadicción, él la ejerce y no es por el
cigarrillo. Su mundo fue y es una droguería a la que me amoldé sin saberlo. El
Champix trajo cierto alivio a la tensión nerviosa, a la que corresponde la
ansiedad de fumar, no a la otra, la otra es una enredadera a la que diariamente
podo para que no me asfixie. Como todo remedio tiene su lado bueno y su lado no
tan bueno¸ el no tan bueno son los sueños ahora menos seguidos y menos
abusivos. Los primeros fueron verdaderas pesadillas e invadieron mi privacidad
sin pedir permiso, así son los sueños, los sueños del Champix. Una vez soñé que
era una meseta árida y cuando mis hijos me pisaron me desgrané hasta extinguirme,
de algún lado vino un caballo y se los llevó pero Julián, mi nieto mayor, se
quedó buscando en el infinito….lo sentí tan solo. Hay un sueño que no recuerdo
pero me despertó y me senté a escribir y
SOÑAR
Espero que el sol duerma
Y la luna aparezca en el cielo;
Espero que la lluvia moje las
calles
Y pinte mis zapatos con barro;
Espero que el árbol domine
Su sueño de invierno;
Espero que la brisa
Acobarde la lluvia
Y despeine mis cabellos;
Espero que tu despiertes,
Me des un beso,
Que tus ojos brillen,
Que acaricies mis gestos,
Que despiertes
De tu incomprensible sueño,
Como siempre
Que visitas tu globo negro
En otro sentí que era una carcasa
y todo adentro mio estaba podrido pero igual me perseguían, quien? no lo se,
también me despertó angustiada y recurrí a la vieja leche tibia.
Creo que este camino de nuevas
sensaciones, olores y gustos no será fácil, nunca es fácil dejar algo atrás,
pero no es imposible. Me siento acompañada y apoyada, algo que me faltaba. También
para la otra ansiedad me hizo bien ir a Liliana, mi psiquiatra.
Está todo solucionado, tengo mi
respuesta? Veamos, se que la decisión de dejar el cigarrillo es firme; también
se que debo cuidar que no regrese igual que el bebedor o cualquier otra
adicción, nos curamos? no lo creo, si creo que aprendemos a vivir sin ello que
es otra cosa. El tema huesos está descartado, me falta la parte intestinal y no
la dejaré de lado.
Aprendí que soy necesaria, pero
no indispensable mal que le pese a los demás y me refiero exclusivamente a mi
familia.
Acepté que no puedo hacer nada
por mi marido, sino acompañarlo dentro de los límites de aceptarme como persona
individual y con ganas de vivir.
Comprendí que el amor es lo
primordial, pero no lo único
Tropecé con una gran piedra…..mi
logro fue no ser aplastada
jueves, 11 de abril de 2013
Los tres peores enemigos de la piel
El secreto de la eterna juventud parece estar en la piel. Y la buena noticia es que las principales causas de envejecimiento cutáneo son evitables. Conozca los causantes del daño cutáneo para hacerles frente
Cuando pasan los años, aquellos cuidados que tuvimos en cuenta en épocas pasadas rinden sus beneficios, porque la imagen que devuelve el espejo se ve más fresca y joven.
Como sabemos, “la herencia influye en cómo envejecerá nuestra piel, pero no es tan determinante como se cree.Hay factores que inciden de manera muy negativa sobre la calidad y salud de la piel, agrediéndola directamente. Los efectos que causan son a corto y a largo plazo; en algunos casos se vuelven problemas graves, pero todos ellos pueden prevenirse”, explicó el doctor Rolando Pisanu, médico especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, quien justamente alertó acerca del primero de estos factores altamente peligrosos para la piel, típico de esta época.
El sol
Los rayos solares son los peores enemigos de la piel ya que causan fotoenvejecimiento. La protección adecuada es imprescindible, más en época veraniega y si se desarrollan tareas al aire libre.
Quienes más riesgo tienen de acelerar el envejecimiento de su piel por tomar sol son las personas de piel más clara y fina: con el paso de los años la piel toma aspecto apergaminado y surcos en las líneas de expresión. “También el sol causa queratosis, que son lesiones pigmentadas, crecimientos anormales de células que pueden malignizarse. El daño causado por el exceso de sol en la piel suele ser irreversible. Cuanto más blanca es la piel menos sol debería recibir – aseguró Pisanu – porque la idea de que el bronceado es saludable es solo cuestión de moda”.
El cigarrillo
“Las arrugas de los fumadores son distintas, más estrechas, profundas y con contornos bien marcados. La persona presenta una piel rugosa y un tanto grisácea. Los labios y los ojos están rodeados de arrugas finas, líneas profundas y superficiales en las mejillas y las mandíbulas”, describió Pisanu, quien insistió en que “todos estos cambios causados por el humo del tabaco suelen manifestarse a partir de los 35 años y son directamente proporcionales al grado de consumo”.
Los médicos suponen que el tabaquismo desencadena una mayor actividad de unas enzimas llamadas metaloproteinasas en la piel (que descomponen el colágeno), además de aumentar la cantidad de radicales libres.
La buena noticia es que, a diferencia de las radiaciones solares, los daños del tabaco son generalmente reversibles y la piel es el primer órgano que muestra los efectos positivos de dejar de fumar: la piel se vuelve más tersa e hidratada.
El efecto yo-yo
Adelgazar y engordar muchos kilos y peor aún si esto sucede varias veces, es un grave perjuicio para la piel, ya que las fibras elásticas que la componen se estiran llegando incluso a romperse y no pueden volver fácilmente a su posición normal.
“Muchas veces son necesarias varias intervenciones quirúrgicas que se van haciendo en etapas, para recuperar la forma corporal de alguien que ha adelgazado muchos kilos, por ejemplo, debido a una cirugía bariátrica –comentó el cirujano-. Pero sin llegar a esos casos más extremos, subir y bajar de peso frecuentemente causa un aumento de la flaccidez, con lo que el contorno de la cara cae y da aspecto de mayor edad”.
domingo, 10 de febrero de 2013
Problemas con la Página Web
Estimados: estamos muy preocupados y a la vez algo enojados por la situación que estamos viviendo. Nuestra página web ha sido hackeada y hasta el momento no hemos podido solucionar el problema.
Estamos trabajando en eso y apenas lo tengamos solucionado lo comunicaremos.
Pedimos disculpas y esperamos que esto se solucione lo mas rápido posible para evitar los inconvenientes que nos está causando esta situación. De todos modos los números de contacto se encuentran en el blog.
Saludos del equipo de Tabaquismo Rosario
jueves, 31 de enero de 2013
A las mujeres les cuesta más dejar de fumar que a los hombres
Por Valeria Román
Lo afirma un estudio. Al abandonar el cigarrillo pueden subir 5 kilos en el corto plazo. Sin embargo, los beneficios se traducen en mejor calidad de vida. La acción adictiva, además, es mayor en las mujeres.
31/01/13
Por el temor a sumar kilos, las mujeres enfrentan más dificultades para dejar el consumo de cigarrillos. Algunas empezaron a fumar en la adolescencia, y con el paso del tiempo, sienten que no respiran bien, que sufren tos crónica o que exhiben más arrugas, y quieren dejar de fumar, pero el temor a engordar es más fuerte. Eso les impide tomar la decisión o incluso -cuando ya se decidieron- no siguen el tratamiento de cesación tabáquica. A ellas les cuesta mucho más dejar de fumar que a los hombres, según señaló un estudio publicado en la revista médica New England Journal of Medicine, y liderado por Michael Thun, de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer. Además, la acción adictiva en mayor en las mujeres.El consumo de tabaco aumenta un 25% el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares más en mujeres que en varones. También, las fumadoras tienen 2 a 3 veces más probabilidades de contraer cáncer de cuello uterino y son un 25% más propensas a sufrir fracturas por osteoporosis, en comparación con aquellas mujeres que no fuman.
“Una de las principales razones de la dificultad de abandonar es que las mujeres están más preocupadas por la ganancia de peso que los hombres . En promedio y a corto plazo, el aumento es de 5 kilos, aunque puede ser contrarrestado al aumentar la actividad física”, contestó Thun a Clarín por correo electrónico. El investigador resaltó que una de las mejores motivaciones es “que una persona querida por la mujer (especialmente, un niño) desee que deje de fumar, y le de un calendario con etiquetas que le recuerden que debe mantenerse en abstinencia”.
En la Argentina, un seguimiento realizado entre octubre de 2008 a diciembre de 2012 en el Consultorio de cesación tabáquica con orientación del género del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, también detectó la dificultad de las mujeres para dejar de fumar. Se monitorearon 803 pacientes que consultaron. “Hubo un porcentaje mayor de éxito en los hombres: 16% de los varones y el 12% de las mujeres lograron una cesación exitosa al año”, contó la directora Sandra Braun. Ellas también necesitaron un total de 15 consultas en promedio para una cesación exitosa mientras que los varones sólo 10.
“Generalmente, las adolescentes empiezan a fumar y luego usan el cigarrillo para controlar el peso. Es que la nicotina tiene dos efectos: por un lado, aumenta el gasto metabólico basal del organismo y actúa sobre el centro cerebral de la saciedad. Así la fumadora come menos”, explicó Silvia Rey, licenciada en nutrición y presidenta de la Asociación Argentina de Tabacología. “E l aumento de peso es esperable, pero hay que tener en cuenta que los beneficios de la cesación son mayores para la salud que unos kilitos de más. Los ex fumadores respiran mejor, disfrutan más los sabores y los olores, sienten las piernas más livianas, y tienen más ganas de moverse”. Rey aconsejó no ponerse a seguir una dieta restrictiva durante los meses posteriores a la cesación.
Hombres y mujeres tienen una relación diferente con el tabaco. De acuerdo con Daniel Buljubasich, vicedirector del departamento de tabaquismo de la Asociación Latinoamericana del Tórax, “para los hombres, el cigarrillo es un objeto del que puede desprenderse. En cambio, para las mujeres, es su amigo, su amante, su acompañante incondicional. La mujer consulta más que el hombre, pero le cuesta dejar. Hoy aprenden que los tratamientos pueden ayudarlas y no aumentar mucho de peso”.
En tanto, Raquel Pendito, del Sanatorio Diquecito, en Córdoba, recomendó que para superar la preocupación por engordar, hay que empezar por reconocer que fumar es una adicción, y que no hay un único tratamiento farmacológico, sino que se pueden combinar varios y con apoyo psicológico.
Fuente: Diario Clarín 31/01/13
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