El tabaquismo es el mayor problema de salud pública del mundo desarrollado y una dificultad emergente para los países en desarrollo. El consumo de tabaco crece en las mujeres, con efectos importantes sobre la salud. El rol de la publicidad en el inicio del vicio
Cerca de 250 millones de mujeres en el mundo son fumadoras, y aunque en algunos países en desarrollo ha comenzado a retroceder, en la mayor parte del planeta la tendencia va en aumento.
Se estima que esta cifra podría duplicarse en tan sólo una generación si no se realizan políticas efectivas de prevención, advirtieron especialistas.
La tasa de hombres fumadores tiende a ser 10 veces mayor que la tasa de mujeres fumadoras, sin embargo debido a las campañas de marketing, el consumo de tabaco entre las mujeres, especialmente las jóvenes, está aumentando rápidamente. El carácter futuro de la epidemia mundial de tabaquismo puede verse en los hábitos de las niñas de hoy que fuman tanto como los niños.
El marketing de género y de productos específicos asoció la imagen de la mujer fumadora con independencia, glamour y atractivo sexual. La publicidad busca atribuir significados simbólicos a las diferentes marcas de tabaco asociándolas a determinadas necesidades sociales y psicológicas que a las consumidoras les gustaría tener, como: imágenes de vitalidad, delgadez, sofisticación, o atractivo físico.
“La investigación alrededor de los efectos del tabaco en los fumadores dio a conocer cómo las principales enfermedades asociadas al tabaco a las cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, enfermedades respiratorias y pulmonares así como varios tipos de cáncer; sin embargo existen muchas otras consecuencias menos conocidas que afectan a las mujeres. Por ejemplo, las mujeres contraen cáncer de pulmón más rápido que los hombres debido a que toleran menos la exposición al humo del tabaco, adicionalmente los adenocarcinomas son más frecuentes entre las mujeres que en los hombres. Otras afecciones que suelen presentarse en la mujer fumadora incluyen: cáncer del cuello uterino, enfermedad ósea, infertilidad, menopausia prematura y, una mayor mortalidad en el caso de las mujeres que fuman y tienen cáncer de mama; es importante destacar que aproximadamente 1,5 millones de mujeres mueren en el mundo cada año a causa del cigarrillo”, afirmó el doctor Daniel Buljubasich, médico neumonólogo, presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT).
Además, los efectos del consumo de tabaco durante el embarazo incluyen: dificultades durante la gestación, al momento del parto y durante la lactancia; bajo peso al nacer; posibles efectos a largo plazo en el bebé; predisposición de adicción a la nicotina en los niños; y problemas respiratorios en los recién nacidos que serán de por vida.
Para Buljubasich “el impacto en la salud del tabaquismo es tal que su tratamiento efectivo requiere ser abordado por un médico que ayude al paciente en el proceso de abandonar el cigarrillo. En la actualidad, el médico cuenta con un variado espectro de terapias que contribuyen con la cesación tabáquica, como el reemplazo nicotínico (parches, chicles o tabletas orales), antidepresivos como bupropion y tratamientos farmacológicos no nicotínicos específicamente desarrollados para dejar de fumar, como la vareniclina”.
En la “Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las Enfermedades No Transmisibles”, que se realizará en septiembre en Nueva York, se espera que los gobiernos hagan un pedido mundial para extremar los controles sobre la epidemia del tabaquismo.
La cumbre incluirá el abordaje de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, y sus factores de riesgo comunes, como el consumo de tabaco y de alcohol, dietas malsanas, inactividad física y los carcinógenos ambientales.
“Es imperioso frenar el avance del tabaquismo: las generaciones futuras nos demandan la toma de medidas urgentes para que puedan crecer en ambientes mucho más saludables”, finalizó Buljubasich.
Fuente: Infobae
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